Los obispos Francisco José Cox Huneeus, arzobispo emérito de La Serena, y Marco Antonio Órdenes Fernández, emérito de Iquique, han recibido el mayor castigo que un sacerdote puede recibir en la iglesia católica.
A fines de julio de este año, la renuncia del cardenal Theodore McCarrick, de 88 años, sacudió a la iglesia católica de los Estados Unidos. Acusado de haber abusado sexualmente hacía unas décadas de un adolescente, el cardenal Theodore McCarrick tuvo que dimitir de su cargo.
En febrero del año pasado Vaticano realizó por primera vez un simposio sobre la lucha contra la pedofilia en medio de múltiples casos de abusos sexuales.