Los agentes del orden intentaron disuadir a los manifestantes utilizando bombas lacrimógenas, mientras que los estudiantes les arrojaban cosas.
Los alumnos acusan a algunas autoridades universitarias de utilizar el dinero recaudado de las matrículas y los exámenes de admisión para el pago al personal administrativo, en lugar de invertirlo en la infraestructura del campus y otras mejoras educativas.