Un estudiante de la universidad de Kingston no tuvo mejor idea que crear una lavadora y fusionarla con un videojuego. El resultado: full diversión y adiós al aburrimiento.
Cada vez que el jugador pasa de nivel, la máquina pasa para la próxima etapa de lavado. En caso de que el jugador pierda, la máquina deja de trabajar y queda inactiva hasta que el jugador adquiera más “vidas”.
“Noté que las habilidades que desarrollé en el mundo virtual eran inútiles en el mundo real. Quería darles una utilidad”, explicó su creador , Lee Wei Chen (27), en una entrevista a la página Creative Boom.