A pedido de la presidenta de Brasil Dilma Rousseff, cerca de 6 mil 500 militares fueron desplazados para reforzar la seguridad en los límites con Perú, Bolivia y Paraguay.
A través de comunicado de prensa, el Ministerio de Defensa de dicho país señala que se trata de "la mayor acción conjunta de las Fuerzas Armadas" realizada en zonas limítrofes y se enmarca en el llamado Plan Estratégico de Fronteras.
Los militares -en información recogida por Infobae- centrarán sus operaciones en el combate al tráfico de drogas y el contrabando.