Los restos de Erika Soria, quien murió en el naufragio del crucero italiano Costa Concordia, llegaron hoy a Lima procedentes de Roma y mañana serán enviados al Cuzco, su tierra natal, donde serán enterrados.
Junto al cuerpo de la joven de 25 años, que trabajaba como camarera en el crucero, llegaron sus padres, Saturnino Soria y Benedicta Molina, quienes viajaron a Italia cuando se enteraron de la desaparición de su hija.
El ministro embajador Gabriel Pacheco, director de Comunidades Peruanas en el Exterior de la Cancillería, afirmó que el Gobierno "ha cumplido con traer el cuerpo" de la joven peruana.
"Se ha perdido en Erika a una heroína", remarcó Pacheco haciéndose eco de las informaciones de la prensa que señalan que la joven le cedió su chaleco salvavidas a un pasajero.