En medio de muestras de dolor y una multitud de gente, los restos de la joven cusqueña Erika Soria Molina, quien falleció en el naufragio del crucero Costa Concordia, en Italia, llegaron a su natal Cusco, en un vuelo comercial de la aerolínea Lan Perú.
Durante un acto, que se llevó a cabo en la sede de la comuna provincial, el alcalde de Cusco, Luis Flórez García, colocó la "Medalla de Alcaldía" sobre el ataúd de Soria Molina y expresó su orgullo de entregar la distinción a una cusqueña que demostró solidaridad en el extranjero.
El cuerpo de regidores cubrió el féretro con la bandera peruana como un reconocimiento al espíritu heroico de la joven, que cedió su chaleco salvavidas a un ocupante del crucero.
En tanto, el cuerpo fue trasladado al local municipal del distrito de San Jerónimo donde viene siendo velado.
El entierro de los restos de la joven se realizará mañana a las 3 de la tarde en el cementerio general del distrito de San Jerónimo (Cusco).