Esta semana, mientras todo mundo discutía los privilegios carcelarios de Antauro Humala y la violencia que se vive en Madre de Dios por la protesta de los mineros ilegales, una noticia se repitió hasta en tres oportunidades, llamando la atención de los peruanos y sobre todo de los más fieles.
El último domingo, la imagen de la Virgen de Fátima en Miraflores fue atacada por un sujeto colombiano con aparentes alteraciones mentales identificado como Juan Ramírez Osterling.
El mismo sujeto atacó el martes otra imagen de la misma virgen esta vez en Santiago de Surco, los miembros del serenazgo detuvieron al extranjero y lo trasladaron al Hospital psiquiátrico Larco Herrera.
Finalmente, apareció destrozada la imagen de la Virgen del Carmen de Barranco. Según testigos vieron a un sujeto merodeando por el lugar desnudo, con las mismas características del sujeto que destruyó las dos primeras vírgenes.
Ayer en diálogo con RPP TV, el congresista Carlos Bruce comentó que los recientes atentados pudieron tratarse de un “psicosocial”, parecido al de la "virgen que llora", preparado por el gobierno para restar cobertura a los temas de fondo como la huelga de mineros informales en Madre de Dios y las gollerías del condenado hermano del presidente.