Canberra.- Un tribunal en Australia condenó a la cadena de comida rápida KFC a pagar US$ 8,3 millones por daños y perjuicios a la familia de una joven que sufrió una lesión cerebral grave tras comer en un local de la empresa cerca de Sydney.
Monika Samaan, quien en ese entonces tenía siete años, contrajo salmonella en el 2005 luego de comer un "twister" de pollo en mal estado.
La joven fue trasladada al hospital con otros miembros de su familia. Pero fue ella quien se llevó la peor parte. Sufrió daño cerebral severo y ahora está confinada a una silla de ruedas.
La Corte Suprema del estado de Nueva Gales del Sur dio la razón a la familia y ordenó a KFC el pago de la indemnización y de los costes del proceso judicial.
La empresa dijo estar sorprendida por la decisión judicial y apelará el fallo.