El control por las aguas del río Silala es una de las disputas emblemáticas entre Chile y Bolivia. Y es que para Bolivia el Silala es un manantial propio y que, por lo tanto, su uso debe ser exclusivamente boliviano. Incluso, ese país ha pedido que Chile pague “retroactivamente” las decenas de años que ha usado el recurso, por parte de empresas mineras.
Mientras que Chile sostiene que el Silala es un río transfronterizo que puede ser aprovechado por Bolivia, pero cautelando el derecho que tiene Chile “aguas abajo” de utilizar el recurso.
Ahora Chile le está pidiendo información a Bolivia sobre el inicio de trabajos en la zona fronteriza para construir represas que se utilizarán en la crianza de peces.