Las autoridades de Australia impusieron un semitoque de queda para evitar una nueva ola de calor que estos días ha causado incendios forestales.
Los reportes dan cuenta que en la ciudad de Adelaida los termómetros marcaron 44 grados Celsius, mientras que en Hobart, principal centro urbano de la isla de Tasmania, alcanzaron una nueva marca de 41,3.
El Gobierno de Canberra recomendó a los habitantes permanecer la mayor parte del tiempo en casa y hasta llegó a evacuar a centenares de familias, en previsión de que las llamas los abrasen.