Roma.- Contra todo pronóstico, el Papa Francisco no quiso someterse a las férreas reglas del Vaticano por unos minutos, y se atrevió a bajar del “papamóvil” para acercarse a los miles de fieles que lo esperaban en la plaza de San Pedro, donde le dio la bendición a una persona con discapacidad física.
El Santo Padre, cuyo verdadero nombre es Jorge Mario Bergoglio de nacionalidad argentina, tuvo un contacto directo con sus seguidores, deshaciéndose por unos instantes de su grueso equipo de guardaespaldas, que lo miraron con rostros de extrañeza.
Luego, el Papa Francisco pronunció la esperada homilía en compañía de todos los cardenales.