Viernes 19 de abril 2024 | Contáctenos
Cuatro millas al sur de la estrecha pasarela que conecta Ciudad Juárez con El Paso se encuentra una antigua fábrica en expansión de color melocotón con un nuevo cartel de "Bienvenidos" sobre sus puertas. El Centro de Integración de Migrantes Leona Vicario abrió sus puertas hace cuatro meses como el primero de varios refugios administrados por el gobierno mexicano para albergar a los solicitantes de asilo que regresaron a la frontera con Estados Unidos. Con casi 600 centroamericanos que actualmente residen en el interior, es una manifestación concreta de cómo las políticas de inmigración del presidente Donald Trump han alterado fundamentalmente el proceso de décadas de solicitud de asilo en los Estados Unidos.
El refugio se abrió para administrar la gran cantidad de centroamericanos que se han canalizado a través del programa de Protocolos de Protección al Migrante de la administración Trump, o "Permanecer en México". Bajo el MPP, los solicitantes de asilo se ven obligados a permanecer en ciudades fronterizas mexicanas durante el tiempo que dure el asilo: un proceso que puede llevar meses o años. Desde que se implementó MPP a fines de enero, más de 50,000 personas han sido enviadas de regreso para esperar en México.
En enero, después de que la administración Trump anunció la política, los funcionarios mexicanos la calificaron de "movimiento unilateral". Durante el verano, cuando el número de migrantes alcanzó niveles récord, Trump amenazó a México con aranceles elevados si no impedía que más inmigrantes llegaran La frontera de los Estados Unidos. México concedió en junio. Dos meses después, Leona Vicario abrió sus puertas a los solicitantes de asilo que habían sido enviados de regreso a Juárez. "Cualquier gasto en el que incurramos para construir refugios como este será mucho menor de lo que nos costarían las tarifas", dijo el subsecretario de Trabajo de México, Horacio Duarte Olivares, en la apertura de Leona Vicario, según el KTSM de El Paso. "Los aranceles a la exportación devastarían la economía de nuestro país".
Leona Vicario se siente un poco como un gran experimento sobre cómo albergar y alimentar rápidamente a miles: nunca se ha visto obligado al gobierno mexicano a albergar a los solicitantes de asilo estadounidenses como lo ha hecho en los últimos meses. "Nadie entendió MPP al principio, y estamos aprendiendo a medida que evoluciona", dijo Tania Guerrero, abogada de la Red Católica de Inmigración Legal que ofrece asesoramiento legal a los migrantes en Juárez. El gobierno mexicano está abriendo dos "centros de integración de migrantes" más este mes, uno en Tijuana esta semana y Mexicali a fin de mes, según funcionarios del Departamento de Trabajo. Un cuarto está en proceso para Nuevo Laredo.
La mayoría de los migrantes vienen a Leona Vicario después de haber solicitado asilo en los Estados Unidos; a menudo fueron detenidos por unos días antes de regresar a México con poca explicación. Muchos están en estado de shock, no están familiarizados con México y temen a Juárez, conocido por sus crímenes. Algunos creen que todavía están en los Estados Unidos.
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