Sábado 20 de abril 2024 | Contáctenos
El presidente de Colombia, Iván Duque, ha abierto un "Diálogo nacional" que, según él, incluirá a ciudadanos de todos los ámbitos de la vida después de días de protestas masivas que sacudieron al gobierno en el país latinoamericano.
El líder conservador reunió a alcaldes y gobernadores de todo el país el domingo para lanzar la iniciativa que, según él, se centrará en seis temas principales, incluido el crecimiento económico equitativo y la corrupción.
Pero los organizadores de protestas han rechazado la medida, diciendo que el gobierno no ha hecho nada para atender las demandas de los manifestantes, que han pedido el fin de los asesinatos de trabajadores indígenas y sociales, la corrupción y las posibles reformas económicas.
El diálogo se extenderá hasta el 15 de marzo, aunque Duque ha proporcionado relativamente pocos detalles sobre exactamente cómo se involucrarán los ciudadanos.
"Este Diálogo Nacional dará como resultado políticas a largo plazo y [pasos] para acelerar la efectividad de los programas [públicos] nacionales y regionales, que [nos darán] [nuevas] pautas para una visión compartida del país", escribió Duque en Twitter.
Duque, quien llegó al poder en junio pasado, está bajo presión para presentar una solución que apacigüe a las masas que llenaron las calles de Colombia cuatro días antes y están pidiendo nuevas movilizaciones el lunes.
Algunos organizadores de protestas dijeron que el presidente primero debería mantener una reunión con el Comité Nacional de Huelga, un grupo directivo compuesto por estudiantes y líderes sindicales entre los que están detrás de las protestas.
"El gobierno de Iván Duque no ha resuelto concretamente ninguno de los motivos de la protesta", dijo la Unión Central de Trabajadores en un comunicado.
Claudia López, quien se convirtió en la primera alcaldesa de la capital, Bogotá, en octubre, también cuestionó el enfoque del llamado "diálogo" después de la reunión.
El diálogo "no se trataba de explicar las políticas gubernamentales con más profundidad y comunicarlas mejor", dijo.
"No, el diálogo tiene que ser para reconocer humildemente los errores, hacer cambios y hacer concesiones, de lo contrario no será un diálogo que conduzca a nada concreto sino a más frustraciones".
Las recientes manifestaciones han reunido a manifestantes de casi todos los sectores de la sociedad, con quejas que van desde la reforma laboral recientemente propuesta y un aumento en el número de asesinatos de líderes indígenas y sociales hasta problemas estructurales y corrupción que han sido parte de Colombia por generaciones.
El presidente conservador de 43 años también ha sido criticado por sus políticas de seguridad, particularmente su posición sobre el acuerdo de paz firmado entre el ex presidente Juan Manuel Santos y Rodrigo Londono, líder de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) en 2016.
El proceso de paz se ha estado desmoronando bajo Duque, quien hizo campaña con la promesa de desmantelar el pacto que puso fin al conflicto de mayor duración en América Latina.
Cientos de miles de manifestantes marcharon en Bogotá y otras ciudades durante los últimos cuatro días como parte de una huelga general a nivel nacional.
Hubo arrestos y enfrentamientos cuando sindicatos, estudiantes, partidos de oposición y organizaciones indígenas del país sudamericano expresaron su ira.
Al menos tres personas han muerto y casi 300 resultaron heridas en los disturbios, con miles de soldados y policías antidisturbios desplegados para sofocar las protestas.
Cientos de personas desafiaron el toque de queda en la capital el viernes y el sábado, el primero impuesto desde 1977, para converger frente a la casa de Duque, cantando el himno nacional y golpeando ollas y sartenes durante una hora.
Las protestas se producen ya que gran parte de América Latina está experimentando una ola de descontento, con manifestaciones paralizantes en naciones como Chile, Ecuador y Bolivia que claman contra líderes políticos de diferentes ideologías.
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