Manama.- Por primera vez en más de tres décadas la Policía de Bahréin disperso con métodos violentos unas protestas antigubernamentales en la Plaza de la Perla, en Manama.
Según informaron medios de prensa la represión fue brutal y dejó al menos cuatro muertos y decenas de heridos.
Desde el lunes, cientos de personas participan en los reclamos contra los gobernantes sunitas del país. Bahréin, un país de mayoría chiíta, es gobernado por una familia real sunita.
Miembros de la oposición sostienen que las autoridades no dieron aviso de sus intenciones de desbaratar el campamento. Utilizaron gases lacrimógenos y balas de goma para desplazar a la multitud.
Los manifestantes tenían entre sus demandas reformas democráticas, respeto a los derechos humanos, igualdad y la libertad de los presos políticos, así como el final de la discriminación del régimen suní –que sólo representa al 10% del medio millón de bahreiníes– sobre la mayoría chií, casi el 70%.