Miles de personas se manifestaron en diversas ciudades francesas contra la política del gobierno de expulsar a los gitanos y en favor de la acogida de los extranjeros, en unas marchas convocadas por un centenar de asociaciones y ONG con el apoyo de partidos políticos de izquierda.
La protesta parisiense, la más numerosa, partió sobre el mediodía de Francia en la plaza de la República con un grupo de gitanos a su frente y tras una pancarta en la que se leía "No a la política inhumana de Sarkozy".
El Presidente francés, Nicolas Sarkozy, fue el principal blanco de los lemas que pudieron verse en la manifestación, junto con sus ministros del Interior, Brice Hortefeux, y de Inmigración, Eric Besson.