"Al contrario que en el norte del continente, en América Latina la democracia ni ha madurado, ni se ha solidificado. Desde la segunda década del siglo XIX, cuando tuvieron lugar las independencias políticas de los estados de la región, emergió el fenómeno del caudillismo militar como respuesta informal a la debilidad del republicanismo incipiente. Desde entonces, nuestras formas políticas solo parecen haberse sofisticado con la finalidad de mantener a un determinado caudillo en el poder, así como para facilitar que su entorno intervenga y cope todas las instituciones del Estado.", dice Daniel Parodi Revoredo en su artículo.