El combinado dirigido por Joachim Löw se mostró intratable desplegando un juego de vertiginoso, un gran manejo del balón y mucha, pero mucha, efectividad a la hora de dirimir frente a la portería rival. La prueba, tres de los cuatro goles que anotó Thomas Müller, quien se convirtió en el máximo anotador en lo que va del certamen.