El asesinato de la periodista de investigación que trabajaba para el periódico independiente, muy crítico de la política del Kremlin en Chechenia, conmocionó al mundo entero y suscitó la indignación de la prensa extranjera, al igual que de las organizaciones de defensa de los derechos humanos. Entre los cinco acusados, algunos fueron juzgados nuevamente luego de haber sido declarados inocentes en primera instancia en el año 2009.