La Policía conocía de la existencia de Zawahri desde 2006. las razones permanecen en secreto pues el sospechoso era entonces menor de edad, de acuerdo a lo señalado por la jefa de Policía de Santa Mónica, Jacqueline Seabrooks. Aunque fuentes cercanas a la investigación afirman que padecía problemas mentales y fue hospitalizado tras herir por aquel entonces a una persona.