Un ejemplo a destacar es la Reserva Nacional de Paracas, donde los pescadores aprovechan los recursos hidrobiológicos bajo un compromiso de conservación de la zona.
Los pequeños productores tendrán la oportunidad de comercializar sus productos que han sido seleccionados por la calidad que ofrecen, que son emblemáticos para la gastronomía peruana y representativa de las zonas de donde provienen.